{VOY A CONTAR UNA HISTORIA}
Voy a contarles una historia de esas que nunca se borran, nunca se olvidan; un buen día me encontré con una “joven Y hermosa mujer” y le salude, pero ella me ignoro y no me respondió; y yo, por un instante pensé, pero ¿le caería mal? Y si es así; ¿qué le debo a la vida? para que esta hermosa mujer, ni tan solo me respondió el saludo; ¿podría yo esperar que me brindara una sonrisa? Me sentí como globo en el aire, pero cuando puse los pies en la tierra; mire una ventana abierta y me dije, pero esto para un poeta también es madera; ¡también en esto se inspira!
{LAS SONRISAS INSPIRAN}
Es verdad que las sonrisas me inspiran; me inspira una cara bonita, pero también me puede inspirar la mujer que le caigo mal al parecer, pero si me pongo a escarbar, ¡tal vez hasta oro podre encontrar! Si se dice que el odio y el amor, están a un paso de distancia; lo que quiere decir que una mujer que te odia, si le sigues los pasos, en lugar de darte un manaso; tal vez se arrepienta y opte por darme un abrazo; y por eso yo voy a volver a ver a esta mujer; pues algo bonito ya me ha inspirado; no es que la quiera conquistar, no mi corazón ¡”ya está ocupado”!...
{EN OTRA OCASIÓN}
En otra ocasión, ya les he contado; una joven mujer, conquisto mi simpatía con una hermosa sonrisa y siempre que la miro, le agradezco, ¡por lo linda y hermosa que se mira! Y a esta hermosa mujer tampoco la quiero conquistar, ya se lo he dicho; cuantos hombres que la vean con los ojos que la mira yo; intentaran un día poderla conquistar; pero de nuevo les digo; la belleza para un poeta es madera; ¡como también lo es la mujer que hasta el saludo te niega! Ya me despido, ya me voy a marchar, voy a seguir explorando; voy a buscar material, para escribir un poema nuevo ¡y ponerme a declamar!