{UNA HISTORIA VIVIDA}
Pongan cuidado señores, dispónganse a escuchar, porque les voy a contar una historia vivida en este mismo lugar; aun todo lo recuerdo, nada he podido olvidar, a mí me dijo un amigo, su nombre no voy a dar, alcabo no es necesario, ¡se pueden imaginar! Para que alcances mí altura, ciento cincuenta años, ¡van a tener que pasar!...
{NADA LE DIJE AL RESPECTO}
Nada le dije al respecto, pero me puse a pensar, para qué volar tan alto, si una caída del cielo; es “accidente fatal” y ahora señores, ya se pudo comprobar, que este mismo individuo la arrogancia de los “Bancos” jamás pudo controlar ¡y es por eso que a “Banca Rota” se va! Ya me despido señores, ya me voy a marchar, pero antes de partir, les voy a aconsejar;
{CUIDEN MUCHO SU LENGUA}
Cuiden mucho su lengua, no la vayan a regar, la vida es muy bonita, pero ¡hay que saberla llevar! También miren al frente antes de caminar, no vaya a haber un pantano y se vayan a atascar, ahí se dan los lagartos ¡y se los pueden tragar! Aquí termina la historia que yo les iba a ¡contar!...